viernes, junio 09, 2006

¿Qué entiendo por Business Intelligence?

El Business Intelligence (BI), o Inteligencia de Negocio, es un término de ambigua definición bajo el que se albergan diferentes acrónimos, herramientas y disciplinas: OLAP, Datawarehousing, Datamarts, Mineria de Datos, Executive Information Systems, Decisión Support Systems, Redes Neuronales, Sistemas Expertos, Cuadros de mando, Balanced Scorecards, y un largo etcétera.

BI las cobija a todas bajo su etiqueta, pero toda esta variopinta y diversificada fauna, tienen tres carácterísticas en común en el que todas coinciden.

La primera de ellas es proveer de información para el control del proceso de negocio, independientemente de donde se encuentre esta información almacenada.

Obviamente, el BI, forma parte del sistema de información de una empresa, que es el órgano que controla la ejecución y el correcto funcionamiento de los procesos que en ella se desarrollan.



En una visión clásica como la de la Figura 1 podemos ver que los procesos de transformación sufren perturbaciones externas, como pueden ser cambios en el mercado, productos sustitutivos, nuevas legislaciones, etc.. que deben ser controladas y corregidas. Además de todos es sabido que los sistemas con el tiempo tienden a la desorganización y al caos. Es por esta razón que la medición de indicadores empresariales y la comparación con los objetivos fijados es la forma que tenemos de detectar que algo esta yendo mal en nuestra organización.

Los procesos generan y consumen información durante su ejecución, una parte de ella es consumida en el corto plazo, es lo que llamamos información operacional, pero gran parte de ella queda almacenada en los diferentes sistemas transaccionales (ERP,CRM, SCM, etc…) a la espera de que puedan ser utilizadas para la toma de decisiones tácticas (medio plazo) y/o estratégicas (largo plazo).

Agrupar esta información y ponerla en el tiempo adecuado a disposición del sistema de control del procesos, independientemente de en que sistema operacional se encuentre nos ayudará a optimizar nuestros procesos, ya sean los operacionales, los tácticos o los estratégicos. Obviamente el nivel de agregación y unificación de fuentes heterogéneas de datos será mayor para los procesos de carácter decisional, y es precisamente este carácter decisional el que da una nueva impronta a la definición de Business Intelligence: la ayuda a la toma de decisiones es la segunda característica en común bajo este extenso paraguas, y sin duda la más importante de ellas.

BI, no solo se limita a presentar la información si no que da la capacidad de manipular y navegar sobre ella para poder analizar las causas. En la toma de decisiones el análisis es fundamental, no se toma decisiones con una sola información, las informaciones se contrastan, se relacionan entre si, se podría decir que están “vivas”. Esta capacidad de análisis nos garantiza tomar mejores decisiones sobre el negocio.

Y en este punto nos podemos hacer la siguiente reflexión: ¿Quién toma las decisiones con la información que le hemos entregado necesita saber de sistemas de información para interpretarla?. Obviamente no, únicamente ha de saber de negocio, de hecho solo debería saber de negocio. Y aquí nace la tercera característica del BI; la capa semántica.

No podemos tomar decisiones sobre el negocio si no hablamos el lenguaje propio del negocio, da igual donde este la información almacenada, ni como la hayamos transformado o agregado, lo verdaderamente importante es “servir” esta información al usuario final en un lenguaje de negocio que el comprenda, con el que se sienta cómodo y que no necesite interpretar a que se refiere. De esta manera, le facilitamos el trabajo para que en poco tiempo pueda tomar un decisión sobre nuestros procesos que los mejores y que nos ofrezca una ventaja competitiva en el mercado.

El enfoque del Business Intelligence esta claro: la información reduce nuestra incertidumbre (sobre algún aspecto del mercado o de nuestros procesos de negocio) y, por tanto, nos permite tomar mejores decisiones que nos pueden dar ventaja competitiva.

Como podéis ver no es una definición pero nos sirve para focalizarnos en la idea de que el éxito de una organización y de la gestión empresarial se encuentra en el uso que esta hace de la información, no podemos gestionar lo que no controlamos, si no tenemos información para controlar los procesos, estos tenderán al caos, y tampoco podemos controlar lo que no medimos, de nada sirve el mejor sistema BI si la información no ha sido introducida adecuadamente en los niveles operacionales.

1 comentario:

Eduardo Sanchez - Synerplus dijo...

Me ha parecido un articulo muy ilustrativo. Nuestra empresa se dedica a ERP y Business Intelligence y me ha gustado la claridad y el enfoque sin la retórica habitual. Es bueno porque debe darse un cambio respecto a qué es Business Intelligence y para qué sirve.